Este domingo se celebró la final masculina “soñada” del tercer Grand Slam del año, Wimbledon. Por un lado, el serbio Novak Djokovic buscaba conquistar su octavo título de esta competencia y el español Carlos Alcaraz su primero… y ¡vaya final que nos regalaron!
Después de 4 horas y 42 minutos, Alcaraz venció en cinco sets a Djokovic en la “Catedral del Tenis” para lograr su segundo Grand Slam de su carrera. Resumir lo que nos dejó este juego es retador, veamos algunos puntos:
Cuando hay competencia en el mercado, el ganador es el consumidor.
Los que vimos el juego, disfrutamos un espectáculo de tenis.
La admiración y respeto al rival, no está peleada con salir a ganar.
Ambos jugadores, se elogiaron en sus diferentes entrevistas.
La “cabeza fría” es vital para triunfar.
Raro en él, Novak perdió la cabeza, destruyendo furícamente su raqueta al pegarle al poste de la red durante el quinto set y tras el evento, su juego se vio mermado.
La vida da revanchas, por lo que es importante estar listo para ellas.
Hace un par de meses, ambos jugadores disputaron la semifinal de Roland Garros; donde el serbio lo ganó y dejó enseñanzas para el español.
Edad, es sólo un número… Uno de 36 y otro de 20, cada uno explotó sus habilidades para pelear por el título.
Casi 16 años es la diferencia entre estos finalistas; el segundo “gap” más grande en la historia de los Grand Slam.
Tener una “red de apoyo” (familia, coaches, mentores, amigos) es esencial para un ser humano.
Cada uno en sus palcos, las “redes de apoyo” acompañaron a los tenistas. Lo primero que hizo Carlos al ganar fue ir a festejarlo con su gente.
Los relevos generacionales son parte de la historia, es importante estar preparados para lograr ocupar esos espacios.
El tenis mundial, tanto en hombres como en mujeres, está entrando a una etapa generacional, con los retiros de Roger Federer y Serena Williams; y se acercan los de Rafael Nadal y del mismo Novak Djokovic; la siguiente generación levanta la mano, como Carlos Alcaraz.
En fin, otra gran historia que se escribe en el Tenis mundial, ¿a ti qué te dejó?