¿Conoces el “Banana Ball? Este “deporte” está llevando lo aburrido del baseball a uno de los eventos “top” de entretenimiento en los Estados Unidos. Te cuento un poco más:
Fundado en el 2020, el “Banana Ball” tiene 11 reglas diferentes al baseball tradicional, las cuales incluye: no se puede tocar la pelota (bunt), no se permite la “base por bolas” y la mejor de todas, si un fanático atrapa una pelota de foul en las gradas, se marca como out.
Cada juego es un espectáculo; usualmente durante cada inning hay coreografías para el público, carreras de bebés en el campo, los umpires bailando y mucho más.
Actualmente sólo hay 3 equipos: Savannahs Bananas, Party Animals y Firefighters.
La idea original era tener una ciudad como “tour” anualmente, sin embargo, este año cuenta con un gira a través de 22 ciudades en los Estados Unidos.
Este fin de semana, los Savannah Bananas y Party Animals disputaron un juego, ante un lleno total, en el “Minute Maid” Park, estadio de los Astros de Houston.
Durante el resto del año jugarán en estadios “élite” como: Fenway Park (Boston), Nationals Park (Washington DC), Progressive Field (Cleveland) y demás.
No cabe duda que la creatividad no tiene límite… ¿Cómo un deporte tan “aburrido” se vuelve novedad? Esa virtud se nos olvida en el “día a día”.
Primero, se debe generar una cultura de apertura y de experimentación. Esto implica eliminar el miedo al fracaso y promover un ambiente donde los empleados se sientan seguros para compartir sus pensamientos y probar nuevas soluciones. Buscar muchos “fails”, de manera controlada, nos lleva a tener grandes aprendizajes. ¡No tengas miedo!
Es fundamental alentar el pensamiento “no convencional”, que implica explorar múltiples perspectivas y soluciones divergentes. Esto se logra a través de actividades como la lluvia de ideas y el “design thinking”. Como diría un gringo, “think outside the box”.
Reconocer y recompensar la creatividad motiva a los empleados a seguir generando nuevas ideas. Los programas de incentivos, premios y reconocimientos públicos ayudan a impulsar la participación activa del equipo. Por ejemplo, se pueden tener foros donde se platique de aprendizajes y fracasos de experimentos.
Adicionalmente, tener espacios de trabajo estimulan la creatividad. Ambientes abiertos, salas de reuniones inspiradoras y áreas de “relax” proporcionan el entorno adecuado para el pensamiento creativo. Ahora no sólo es tenerlas para la foto, si no que el cambio esencial es el mindset de los líderes.
Recordemos, la creatividad se refiere a la generación de ideas originales y útiles, mientras que la innovación implica la implementación exitosa de esas ideas en la práctica. En otras palabras, la creatividad es el punto de inicio, mientras que la innovación es el resultado tangible y aplicado de ese proceso creativo. Así que sin uno, no hay otro. ¿Cómo se puede innovar, si no se crean nuevas ideas?
Es loable lo que el “Banana Ball” ha conseguido en un mundo donde la competencia es feroz y la atención del público es cada vez más difícil de captar. Un ejemplo inspirador de cómo la creatividad puede transformar no solo la experiencia deportiva, sino también el modelo de negocio. ¿Es el mismo caso en tu organización? ¿O son como el “baseball tradicional”? Recuerda, la innovación es la consecuencia de la creatividad.