El miércoles pasado ocurrió algo insólito en el Reporte de Lesionados de los Vaqueros de Dallas: una designación inusual acompañaba al nombre de su pateador estrella Brandon Aubrey: "NIR-Otros (deber de jurado)".
Aubrey se ausentó del entrenamiento ese día tras ser seleccionado para formar parte de un jurado en un caso de agresión grave en el condado de Tarrant.
Su ausencia no fue aislada; tuvo que regresar a la corte el jueves, el viernes y, posiblemente, continuará asistiendo, pues la duración del juicio sigue sin definirse.
Los Cowboys aparentemente intentaron eximir a Aubrey de su deber de jurado, pero él insistió en cumplirlo.
Afortunadamente para Dallas, el horario típico de juicio no afecta su disponibilidad los domingos, y Aubrey pudo jugar contra los 49ers de San Francisco logrando tres patadas de punto extra así como un gol de campo.
¡Wow! ¿Quién pensaría que un pateador de la NFL estará siendo parte de un jurado? Lo que es cierto, es que Brandon Aubrey funge su rol como profesional y como ciudadano, convirtiéndose un testimonio para sus compañeros y para cada uno de nosotros.
Como personas el hecho de cumplir con los deberes cívicos es una muestra de integridad y responsabilidad. Asumir estas responsabilidades, dentro o fuera del campo laboral, no solo es un compromiso con la comunidad, sino también una expresión de nuestros valores y ética. Cuando cumplimos con estos compromisos, transmitimos un mensaje claro de respeto y responsabilidad, fortaleciendo la confianza y el respeto de quienes nos rodean. ¡Un ejemplo para los demás!
Como organizaciones la apertura y la flexibilidad de permitir a los colaboradores participar en tareas cívicas no es pregunta, es una obligación. Se entiende que hay temas laborales, pero es importante fomentar la participación ciudadana. Una mejor ciudadanía, significa una mejor sociedad y por ende una mejor organización.
Tanto el pateador Aubrey y los Vaqueros de Dallas nos dan una muestra que se puede ser un profesional y un ciudadano. ¿Tú estás haciendo lo mismo?