Hace algunas semanas se dio a conocer la noticia que el jugador estrella de las Ligas Mayores de Baseball (MLB), el japonés Shohei Ohtani junto con su traductor y amigo, Ippei Mizuhara, estaban involucrados en una tema de apuestas. Después de una investigación del Departamento de Justicia (DOJ) de los Estados Unidos, los hechos fueron así:
Mizuhara ayudó a Ohtani a abrir una cuenta bancaria para recibir exclusivamente su salario de jugador (no incluía nada relacionado a ingresos de marketing); esta cuenta Mizuhara después tomaría el control de ella donde se hacía pasar por Ohtani vía telefónica.
El traductor robó más de $16 millones de dólares de esta cuenta en tres años, dejando pruebas que eran fáciles de rastrear.
Estos fondos eran utilizados por él para pagar sus deudas relacionadas con ludopatía: más 19,000 apuestas en un periodo de 25 meses, donde en promedio cada apuesta era de $12,800 dólares.
Como nota, ninguna de las apuestas estaban relacionadas al baseball.
Durante estos tres años, Ippei hizo cientos de transferencias de la cuenta de Ohtani a la casa de apuestas, montos desde miles hasta millones de dólares.
Ippei le mintió al agente del jugador sobre esta cuenta, mencionando que era privada de Shohei.
Para limpiar su nombre y mantener su carrera profesional, Ohtani colaboró 100% con los agentes y se demostró que nunca hubo un intercambio de comunicación relacionado a apuestas entre ellos.
¡No lo puedo creer! ¿Cómo este beisbolista nunca se dio cuenta de tamaño atraco? Esta historia, que pudo terminar con la carrera profesional de Ohtani, nos puede pasar a todos, desde en nuestra propia casa o propia organización.
“Confío a ciegas en él / ella”, es una frase que buscamos de un colaborador. Sin embargo, esa postura nos puede llevar a situaciones de riesgo. ¡Es clave seleccionar cuidadosamente en quien confiamos! Roles en el área de finanzas o que manejen información confidencial tienen que tener parámetros de selección muy elevados. Por ello, es esencial equilibrar la confianza con una evaluación objetiva de las habilidades y la integridad de los colaboradores; esta última quizá toma mayor relevancia en estos puestos mencionados.
No olvidemos que establecer controles y mecanismos de supervisión adecuados nos ayudan a tener claridad en dónde estamos. Aunque es fundamental confiar en el equipo, también es importante implementar sistemas de revisión y auditoría que permitan detectar y prevenir posibles irregularidades. ¡No podemos ser así de confianzudos! ¡No bajemos la guardia!
No quiero dejar de mencionar el tema de las APUESTAS. Si bien no es el tema de este artículo, es la adicción que está en la frente de todos, pero nadie dice nada por $$$ . Cada vez son más los casos de jugadores, de ligas deportivas, de cercanos relacionados con esta epidemia. ¡Necesitamos ponerle un alto!
Shohei Ohtani “confiaba a ciegas” en Ippei Mizuhara como muchos de nosotros lo hacemos. No podemos bajar la guardia; la selección de estas personas y tener los controles necesarios para auditarlos nos ayudarán a prevenir una tragedia. ¿Estás haciendo algo al respecto? ¿O te van a meter un “home run” como a Shohei?