Buena semana deportiva… Hubo de todo: fútbol con la final de la Copa del Rey de España, el Play-In en México y los playoffs de la NBA. Para esta semana, decidí hablar de una de las principales notas del Draft de la NFL.
Recordemos que en este evento los equipos seleccionan al talento de fútbol colegial en cierto orden, en diferentes rondas.
El Draft dura tres días, de jueves a sábado, donde el primer día es la primera ronda, la más esperada por los fans… En pocas palabras, generalmente el mejor talento es seleccionado en esta ronda.
Para esta edición del Draft, una de las notas más destacadas fue la de Shedeur Sanders, seleccionado en la quinta ronda por los Browns de Cleveland, quien llegó como el segundo mejor quarterback y todas las apuestas lo colocaban para salir en la primera ronda. ¿Quién es él? Te cuento:
Es hijo de uno de los íconos exjugadores de la NFL, Deion Sanders, quien incluso fue su entrenador en preparatoria y universidad.
Fue quarterback de los Búfalos de Colorado, con quienes logró marcas históricas para el equipo.
En lo personal, tuvo buenas cifras en la última campaña: 4,134 yardas por pase, 37 lanzamientos de anotación y 10 intercepciones, completando el 74% de sus pases.
No es casualidad que analistas, exjugadores, entrenadores y hasta Donald Trump se pregunten: ¿qué está pasando? El expresidente de EE.UU. expresó:
"¿Qué les pasa a los dueños de la NFL, son estúpidos? Deion Sanders fue un gran jugador de fútbol americano en la universidad y fue todavía mejor en la NFL. Además, fue un gran entrenador. Por lo tanto, Shedeur, su hijo y quarterback, tiene genes fenomenales y está puesto para la grandeza. Debería ser reclutado inmediatamente por un equipo que quiera ganar."
Sin embargo, aunque por números no hay duda de su capacidad, se ha filtrado que en las entrevistas con los equipos no le fue bien, y que su arrogancia y carácter jugaron en su contra.
¡Increíble! Nadie vio venir que Sanders iba a ser seleccionado en la quinta ronda… ¡del 1 al 5! Este evento me hizo reflexionar sobre un par de temas.
Primero, queda claro que el talento, por sí solo, no garantiza el éxito. Shedeur tenía todos los números para ser elegido en la primera ronda. Sin embargo, cuando llegó el momento de la verdad, su actitud fue lo que pesó más. Y es que, como suele decirse en el mundo profesional, dicen por allí: “las habilidades te consiguen la entrevista, pero la actitud te consigue el trabajo.” De poco sirve tener el mejor currículum si no sabes acompañarlo de humildad, respeto y disposición para aprender. ¡Ten inteligencia emocional!
En segundo lugar, el carácter no es un accesorio, es la esencia que otros perciben incluso antes de ver nuestras capacidades. De hecho, Vince Lombardi, el increíble entrenador de fútbol americano, solía decir que “el carácter es la base sobre la que se construye la victoria.” Y vaya que tiene razón… En cada interacción —ya sea en un saludo, una intro, una entrevista o en una junta— dejamos huella, y esa huella puede abrirnos puertas... o cerrarla. No basta con ser bueno; hay que ser también alguien en quien otros quieran confiar. ¡Tenlo en cuenta!
Finalmente, la percepción puede ser tan poderosa como la realidad. No importa lo que uno haya logrado, si en el momento clave los demás perciben arrogancia o soberbia, esa imagen puede eclipsar todo lo demás. Como dice un viejo proverbio: “Más vale una buena reputación que grandes riquezas.” ¿Qué imagen e historia estás construyendo?
En la vida —como en el Draft— todos, en algún momento, estamos siendo evaluados. Y al final del día, no siempre gana el que tiene mejores números, sino el que mejor transmite confianza, humildad y compromiso. ¿Estás consciente de ello? ¡No te vaya a pasar como Shedeur Sanders… caer del 1 al 5!