Empezó la época del año de los maratones, donde 4 de los 6 Majors toman lugar en un periodo de 2 meses: Berlín, Londres, Chicago y Nueva York (Tokio y Boston en Marzo y Abril).
El pasado 25 de septiembre pasó algo insólito en el maratón de Berlín; donde ambos ganadores de las categorías, de hombres y de mujeres, su combinación de sus tiempos, 4:16:46 aseguraron el más rápido de la historia:
El keniano Eliud Kipchoge rompió el récord mundial de una carrera de 42.195 km, flechando un tiempo 2:01:09; 30 segundos menos de su propia marca que curiosamente la hizo en el mismo circuito en el 2018.
La etíope Tigist Assega, logró el tercer mejor tiempo de la historia, marcando 2:15:37; 18 minutos más rápido de lo que ella había corrido antes.
Ahora, estos tiempazos, no son casualidad, el maratón de Berlín es el más rápido por:
La poca elevación; la diferencia entre el punto más alto y el más bajo es de sólo 25 metros.
Las avenidas son muy anchas y bien resguardadas, lo cual permite poca interferencia para los trazos.
El recorrido tiene solo 17 curvas vs. el siguiente Major con menor vueltas, Chicago, con 31.
El factor meteorológico suele tener las condiciones perfectas, no hay mucho viento y las temperaturas oscilan entre 12 y 18 grados centígrados.
En síntesis, las condiciones de este circuito alemán permiten que se rompan récords constantemente. Así como los corredores aprovechan toman ventaja de ésto, así nosotros debemos de tomar las situaciones favorables que giran a nuestro alrededor. ¿Tomamos ventaja de las condiciones que se nos presentan?¿Nos preparamos para estar en condiciones para capitalizarlas?
“I am just going to try to run my personal best. If it comes as a world record, I would appreciate it. But I would treat it as a personal best.” - Eliud Kipchoge