Tras el campeonato de los Diablos Rojos del Toluca sobre las Águilas del América, Antonio “Turco” Mohamed, director técnico de los escarlatas, logró convertirse en el tercer entrenador en la Liga MX en ganar cuatro títulos con diferentes escuadras, junto a Ignacio Trelles y a Víctor Manuel Vucetich.
Apertura 2012 con los Xolos de Tijuana (Xolos)
Apertura 2014 con las Águilas del América
Apertura 2019 con los Rayados de Monterrey
Clausura 2025 con los Diablos Rojos del Toluca.
Al hacer “doble clic” en cada uno de sus títulos, hay una coincidencia en todos los planteles que logró coronar: el manejo del vestidor. No es casualidad cómo se expresaron ayer varios de sus jugadores:
“Es un personaje, entiende el lado humano, entiende a las personas”, dijo Alexis Vega, capitán de los mexiquenses.
Vega tiene un caso relevante: con un talento excepcional pero un pasado de indisciplinas, Antonio le devolvió la “memoria” para convertirse en un jugador top y lo hizo capitán y referente del equipo.
“Mucho grupo… es un genio para hacer grupo”, comentó Antonio “Pollo” Briseño, defensa central.
Además de conocer y entender la táctica del juego, Mohamed ha dicho que una de sus principales virtudes es “ser amigo de los futbolistas”. El “Turco” fue jugador profesional durante 15 años, donde brilló con los Toros Neza, y ese pasado le brinda un ángulo diferenciador con sus planteles.
“El Turquismo”, como se le conoce a su estilo de dirigir, nos deja múltiples moralejas.
Liderar con empatía no es debilidad, es estrategia. Mohamed no dirige nombres, dirige personas. Sabe cuándo hablar, cuándo dejar espacio y, sobre todo, cuándo creer en alguien que ya no cree en sí mismo. Y eso no se enseña con táctica. Un estudio de Harvard Business Review encontró que los líderes empáticos aumentan el compromiso de sus equipos hasta tres veces más que aquellos que no lo son. La cercanía del “Turco” con sus jugadores genera un entorno de confianza, donde el talento florece sin miedo.
La gestión de un equipo no solo se trata de táctica, sino de temperatura emocional. Así como Mohamed entiende que el vestidor es tan importante como el estadio, cualquier líder debe recordar que los mejores equipos no son los que tienen las piezas más brillantes, sino los que logran funcionar como una sola. El liderazgo con empatía no solo gana partidos… gana campeonatos. Y ahí, el “Turco” manda.
Antonio Mohamed es más que un técnico exitoso. Es un líder humano, imperfecto, cercano. Uno que entiende que las victorias no se construyen sólo con instrucciones o tácticas, sino con confianza, sentido de pertenencia y relaciones profundas.
“El Turquismo” no es solo una estrategia: es una forma de ver la vida. Y en tiempos donde los liderazgos duros parecen imponerse, su historia nos recuerda que la calidez también gana campeonatos. ¿Y tú? ¿Cómo estás manejando tu “vestidor”?