La mayoría de nosotros conoce la historia de LIV Golf. El año pasado, esta liga profesional de golf, fondeada por Arabia Saudita, puso de cabeza el mundo de los deportes al gastar más de $800 millones de USD para convencer a golfistas “top” como Phil Michelson, Dustin Johnson, Abraham Ancer, Cameron Smith y Brooks Koepka de dejar el PGA Tour y unirse a su liga.
Independientemente de los “billetazos” de LIV Golf, ellos innovaron en un deporte que poco lo había hecho a nivel profesional: formato de competencia (equipos, no cortes, 54 hoyos), premios, música. Desde hace años, el PGA Tour vivió un “monopolio”… no modificó ni renovó su manera de competir; pensando que el “status” y “reconocimiento” de ganar un “Major”, eran difícil de sustituir… y vaya que lograron ponerlo en “jaque”.
La primera reacción de los dirigentes del PGA Tour fue vetar a los golfistas que firmaron con LIV Golf. Posteriormente, analizaron la propuesta de valor de su competencia, la cual es del agrado de los fans y jugadores, ante ello se pusieron las “pilas” para innovar; por ejemplo:
Sumaron 17 nuevos eventos, incluyendo los cuatro “Majors”, donde garantizan la participación de la mayoría de los top jugadores mundiales.
Incrementaron los premios ($) para los ganadores en estos torneos; del año pasado al actual, los premios, en promedio, aumentaron 78%.
Redujeron el número de jugadores por torneo, con múltiples maneras de calificar, para contar siempre con los mejores jugadores del momento.
Estrenaron su serie de Netflix, “Full Swing”, la cual ya firmaron la segunda temporada.
En consecuencia, la audiencia de Televisión de las rondas finales de sus torneos, han subido 14% y 31% la interacción de sus redes sociales en comparación al año pasado del PGA Tour.
¿Por qué esperar a la competencia? Ser un monopolio, es un “peligro” para una organización. Al ser el único, los líderes entran a una zona de confort, tienen poco incentivos de innovar. Suelen “controlar” el mercado. Ante su poder, utilizan prácticas antimonopólicas para sobrevivir, tal como es el “veto”.
La innovación es un trabajo constante. La competencia trae consigo ésto. Es clave escuchar al cliente y atenderlo. Tal como dijo Rory McIlroy:
“Al final del día, creo que con todos estos eventos designados y este programa de torneos, estamos vendiendo un producto a la gente. Cuanta más claridad tengan sobre ese producto y saber lo que están comprando es importante. Ésto es vital para el PGA Tour. Creo que esto resuelve eso.”
¿Tú organización cómo va? ¿tú? ¿o estás esperando que llegue “alguien” para moverte el tapete? ¡No pierdas el tiempo! Tarde o temprano, llega la competencia. ¡Fore!