Este fin de semana se anunció la llegada de Lewis Hamilton a Ferrari a partir de 2025, volviéndose un “trending topic”. El heptacampeón británico dejará la escudería Mercedes al finalizar la temporada 2024 para unirse al equipo italiano.
Lewis firmó en el 2013 con Mercedes, escudería con la que ganó todo y correrá su última campaña esta temporada.
Ha obtenido 6 veces el Campeonato mundial, ganado más de 90 carreras con ellos y ayudado al equipo ganar 8 veces el Campeonato de Constructores.
No muy convencido, en el 2023 renovó su extensión de contrato por dos años a cambio de 55 millones de USD por año, con una cláusula de salida al término del primer año.
Su deseo era un acuerdo a largo plazo en el que se convirtiera en embajador de la marca en acciones benéficas una vez retirado del automovilismo.
Desde entonces, Ferrari lo “tenía en la mira”...previo a esa renovación, esta escudería le hizo llegar una oferta por dos años de contrato a cambio de 50 millones de USD por temporada a Hamilton; la cual agradeció pero la rechazó.
No se rindieron… así que John Elkann, presidente de Ferrari, negoció con él para llegar al siguiente acuerdo con ellos:
A partir del 2025, Lewis será piloto por dos años, con opción de un tercero, a cambio de $87 millones de USD por temporada.
Una cuarta parte de ese dinero anual irá directo a Mission 44, ONG creada por Hamilton para ayudar a las minorías del mundo.
Elkann, junto la familia dueña de Ferrari (Agnelli), creará un fondo de inversión de $272 millones de USD, para obras benéficas donde el piloto será el embajador.
No menos importante, le mostró el plan que tiene la escudería, incluyendo el auto, para regresar al liderato de la categoría.
¿Será rentable? ¿Ferrari volverá a ser líder de la Fórmula 1? ¿Mercedes hizo lo suficiente por él? Lo que sí es que Elkann y la familia Agenlli, querían “si o sí” al piloto británico. Por otro lado, Mercedes dejó ir su mejor “activo” en la última década. Lo mismo pasa con el talento en las organizaciones.
Al buscar una “vacante”, es necesario hacer un perfil, donde se debe analizar las tareas y los retos para encontrar a la mejor persona con las capacidades adecuadas para cumplir con el rol. Entre más específicos seas, más claro sabrás que evaluar de los candidatos. No necesitas tener un departamento de RH para hacerlo.
Como cualquier negociación, conocer las expectativas de la contraparte es necesaria para evaluar la propuesta a realizar. Cada persona es distinta y valora cosas / temas distintos. Algunos les encanta el $$$, otros la flexibilidad. Habrá que evaluar la factibilidad y la viabilidad de cada una de ellas. Ante ello, es importante alinear expectativas para lograr una relación duradera.
Habrá que estar preparados para decirle “adiós” al talento dentro de nuestra organización. Sueldos extraorbitantes, prestaciones fuera del alcance. No podemos comprometer la visión y la cultura de la empresa por una persona. Tenemos que tener cartas de reemplazo, sobre todo en los puestos clave. Recordemos, nadie es indispensable en esta vida.
Ferrari sabía el perfil de piloto que buscaba y conocía las pretensiones de Lewis; por el otro lado, Mercedes pensó a futuro y su visión de tener talento joven. Ambas escuderías sabían lo que querían, por ende tomaron decisiones acertadas sobre el futuro de Hamilton. En cualquier cachucha que te quieras poner, necesitas estar listo para ambas. ¿Lo estás?