Una de las grandes hazañas de las Olimpiadas fue la del equipo de Estados Unidos al ganar su quinta medalla de oro consecutiva en basketball masculino. Dentro del equipo actual, conformado por varias estrellas de la NBA como Lebron James y Steph Curry, resaltó la poca o nula actividad de grandes jugadores del equipo, que se quedaron calentando “banca”.
Jayson Tatum, actual campeón con los Boston Celtics, no jugó en ambos juegos contra Serbia; mismo caso de Joel Embiid, MVP de la NBA 2023, contra Sudán del Sur; así como Derrick White, pieza fundamental del equipo de Masschusets el torneo pasado, que fue excluido de la final contra Francia, y así otros jugadores.
Tyrese Haliburton, figura de los Indiana Pacers, jugó en los minutos finales de los juegos decididos, pero no fue parte de la rotación habitual.
Participó en solo tres juegos para el equipo, acumulando 26 minutos y anotando ocho puntos. Todos estos fueron los mínimos del equipo.
De hecho, él publicó una foto en en sus redes sociales con un mensaje muy cómico: “Como cuando no haces nada en un trabajo en equipo y como quieras sacas un A”
Es muy probable, que para las Olimpiadas de Los Ángeles 2028, los actuales jugadores titulares se hayan retirado, y las actuales “bancas” tomen un rol más activo en la duela.
En una lista en la que todos son estrellas, alguien siempre termina llevándose la peor parte como fue: Tatum, Embiid, Haliburton y White. Lo importante es que todos ellos tuvieron la disposición para aceptar un rol en el que apenas jugaron resultando bastante valiosos para el equipo de Estados Unidos. Mismo caso nos puede pasar a nosotros.
En las organizaciones, no siempre se puede estar en el centro de la acción, pero es crucial contribuir desde cualquier posición con buena disposición y compromiso. Por ella, sea cual sea nuestra posición, lo importante es sumar desde donde estemos. A eso se le llama equipo.
Asimismo, dependiendo de las circunstancias, debemos adaptarnos a nuestros roles. En ocasiones seremos secundarios o incluso no participaremos en ciertos momentos. Ante ello, resalta la importancia de la adaptabilidad y de aceptar diferentes roles según las necesidades del equipo. Esta multifaceta de roles es esencial para un líder.
Por último, la que le duele a muchos es ceder el protagonismo. Olvidarnos de nuestro “ego”. Priorizar los objetivos colectivos sobre los intereses personales. Alguien siempre tendrá que hacer sacrificios. Humildad, humildad, humildad. La disposición a aceptar menos “atención” por el bien de la organización.
En fin, muchos dirán que Estados Unidos alcanzó la gloria olímpica en Basketball Masculino por las extraordinarias canastas de Curry y las asistencias de Lebron, la realidad es que había 10 jugadores más en el equipo igual de importantes. Sea cual sea nuestra posición, debemos ser humildes y sumar desde donde estemos. ¿Lo estás haciendo actualmente? La unión hace la fuerza.