Quizá algunos la conocen, otros no… Te quiero presentar a Caitlin Clark:
Es una jugadora de basketball estadounidense conocida por su destacado rendimiento, sobre todo en el equipo de basketball femenino de la Universidad de Iowa.
Ella ha lucido en la duela, mostrando su capacidad de anotar puntos, asistir a sus compañeras y liderar al equipo.
La crack ha roto múltiples récord; el más destacado es ser la jugadora con mayor puntos en una temporada anotados en la historia del basketball colegial.
Todo ésto le valió ser la primera selección del draft 2024 del WNBA y formar parte del equipo del Indiana Fever.
Ella ha generado la atención nacional, por llenar estadios, como romper récords de rating en televisión hasta ser invitada a Saturday Night Live.
Como dato relevante, Clark en segundo de primaria escribió lo siguiente en un papel: “Ser seleccionada para la WNBA y ganar una beca por basketball”... ¡Vaya que se logró!
Los triunfos alcanzados por Caitlin Clark no son casualidad; desde segundo de primaria ella enfocó y alineó sus esfuerzos a esas metas; es un ejemplo de lo que la neurociencia pueda alcanzar. ¿Conoces este concepto? ¿Lo has aplicado a tu vida?
Escribir nuestras metas puede sonar como algo simple; sin embargo la ciencia sugiere que anotarlas físicamente es el primer paso para realmente lograrlas.
Un estudio de la psicóloga Gail Matthews de la Dominican University encontró que tienes un 42% más de probabilidades de alcanzar tus metas si las escribes.
Otro estudio reciente de la Escuela de Administración de Róterdam mostró que escribir metas específicas mejoró el desempeño académico de los estudiantes universitarios en un 22%.
¿Así o más claro? Para que realmente se cumplan, deberíamos escribirlas.
Nuestros deseos no se cumplen mágicamente. Teniendo metas específicas y escritas, cambia nuestros pensamientos y, lo más importante, nuestro comportamiento. El poner la pluma en el papel nos obliga a pensar concretamente sobre los pasos que se deben tomar para pasar de donde estamos ahora a donde queremos estar. ¡Necesitamos estar 100% comprometidos con nuestra meta! No el 50% y 75%, si no ALL IN.
¿Qué diferencia hay entre un sueño o una meta? Execelente respuesta fue la que dio Evander Holyfield, campeón de boxeo: “Los sueños son solo ideas en nuestras cabezas. Las metas son sueños que hemos descubierto cómo hacer realidad." Necesitamos dar esos pasos hacia adelante para exponenciar nuestras posibilidades de llegar a cumplir nuestros sueños. ¡Qué esperas para darlos!
Quizá ni tú ni yo queremos ser seleccionados al WNBA y tener una beca de basketball como Caitlin Clark, pero eso no significa, que no podamos replicar su “magia” de convertir nuestros sueños en realidd. Primero, debemos escribirlas y luego desglosarlas en pasos concretos y accionables. ¿Qué esperas? ¡Vete ALL IN!