Hace un par de fin de semanas, se llevó a cabo el US Open, uno de los 4 torneos “major” del Golf… y vaya cierre que tuvo para el golfista Rory McIlroy:
Entrando en la ronda final con un déficit de tres golpes del líder, Bryson DeChambeau, McIlroy hizo birdie en cinco de sus primeros trece hoyos, tomando una ventaja de dos golpes en los últimos nueve hoyos para alcanzar el liderato.
Todo parecía que la sequía de una década de Rory en campeonatos “major” finalmente podría terminar…
Tras haber ganado 4 “majors” al inicio de su carrera, él tiene una sequía de 10 años sin ganar otro, con tres segundos lugares.
Pero de nueva cuenta lo iba a dejar ir…Falló 2 putts cruciales en los últimos tres hoyos, uno de 30 pulgadas y otro de 45 pulgadas de distancia del hoyo, dejando la puerta abierta para que DeChambeau ganará el torneo en el hoyo 18 con un par.
Como nota, Rory había hecho 496 de 496 putts de menos de tres pies esta temporada.
"Me siento más cerca que nunca antes de ganar mis próximos “majors”. La palabra con la que describiría mi carrera es resiliente. He demostrado mi resiliencia una y otra vez en los últimos 17 años y lo haré de nuevo." escribió McIlroy en un comunicado posterior al US Open.
¡Qué dejaste ir Rory! ¡Era tuyo! En relación a ésto, ¿cuántas veces nos ha pasado entrar a una “mala” racha o estar en momentos de presión? Te aseguro que varias veces.
Vivir momentos de presión es inevitable en nuestras vidas, sobre todo en posiciones de liderazgo. Allí es donde “brilla” un líder. La capacidad técnica pasa a segundo plano, mientras la mente termina jugando el rol más importante para ganar. Ejercicios de respiración, prácticas de “mindfullness”, terapias y atención plena son algunas técnicas que pueden ayudar en esos momentos. ¿Practicas alguno?
Las “malas rachas” existen, esos periodos en los que parece que todo va mal y las dificultades se acumulan. ¿Cuántas veces escuchamos que un equipo tiene X años sin quedar campeón? ¿O que alguna organización está en crisis o con problemas internos? Necesitamos saber afrontar estas situaciones, siempre cuidando mantener la perspectiva. Aprender y valorar las cosas buenas, así como buscar apoyo son algunas herramientas que facilitarían enfrentar esos momentos. Recuerda, todo pasa, siempre hay un mañana.
Necesitamos estar preparados mentalmente para esos momentos para afrontarlos de la mejor manera. Recordando, que experimentar momentos difíciles será inevitable, pero no podemos perder la perspectiva. ¿Estás preparado para ello?
“Success depends almost entirely on how effectively you learn to manage the game's two ultimate adversaries: the course and yourself.” - Jack Nicklaus