En el 2006, la Juventus de Turín fue despojada de los títulos 2005 y 2006, así como relegada a la Serie B, por presionar / sobornar a árbitros. Ahora, los castigan con 15 puntos en esta temporada, lo cual los hizo descender del tercer lugar al décimo, dejándolos fuera de lugar de la Champions League. ¿Qué hicieron para tener este castigo?
Supongamos que la Juventus vende un jugador a $10 millones y compra otro a $10 millones y lo firma por 5 años, amortizando la compra de acuerdo a la vida del contrato. Contando el ingreso de la venta por sólo un año, ellos pueden reportar $8 millones de utilidades.
Eso es legal, y permite flexibilidad financiera al equipo para continuar gastando / invirtiendo en refuerzos y transferencias.
¿Qué pasaría si en vez de transferir, dinero por jugador, se hace el cambio de jugador por jugador? En ese caso, los equipos pueden “inflar” el valor de jugadores (digamos $20 millones cada uno) y gozar de mayor beneficios en la amortización.
Esto es permitido hasta cierto grado, pero habrá que justificarlo; evidencias muestran que el equipo de Turín, tuvo regularmente acciones de plusvalías e irregularidades en algunos traspasos entre 2019 y 2021 para manipular la información de su contabilidad.
Adicionalmente al castigo anterior, varios de sus directivos fueron suspendidos de sus actividades y todo lo relacionado al fútbol, de 8 a 30 meses.
En estos tiempos de declaraciones y reportes anuales para las autoridades e inversionistas, las organizaciones tienen la responsabilidad y en algunos casos, la obligación, de reportar resultados. ¿Qué tanto se “maquillarán” estos datos?
“Maquillar” es manipular la verdad, es decir, vestir los números con una narrativa a favor de la organización, en algunos casos para los directivos actuales, y no alarmar a los inversionistas.
Perder la confianza de tus inversionistas y tus cercanos es un clavo en tu “ataúd”. Recuperarla, es casi imposible.
La directiva de la Juventus está acostumbrado hacerlo. Quizá una transacción, los títulos del 2005 y 2006, fichar a Cristiano Ronaldo, la flexibilidad financiera lograda, fueron aplaudidos por un rato; sin embargo, en el largo plazo su reputación está en duda.
¿Volverán a recuperar la confianza de sus accionistas y patrocinadores? No repitas esta historia del club italiano en tu organización; recuerda que ser ético es rentable.