Si juegas golf, ¿para qué eres bueno? ¿El driver, el juego “corto”, el putt? ¿Cuál es tu fuerte? En el último año, para el golfista profesional Scottie Scheffler, el putt era su gran debilidad y al parecer, ya quedó en el pasado. Te cuento:
Durante los últimos 12 meses, Scottie era el #1 del PGA Tour en dos categorías: “tiros” de la “tee de inicio” al “green” y en “tiros de approach” al “green”.
Recordemos, en el “green” se utiliza al putt por la distinta superficie de césped que rodea la bandera.
Sin embargo, en “tiros” dentro del green, utilizando el putt, era el #144 del Tour; lo que usualmente le impactaba en su desempeño en los torneos.
El fin de semana pasado Scheffler hizo un cambio en su técnica de putt, donde cambió de utilizar un bastón estilo “blade” (clásico) a un “mallet”.
La diferencia de un putt “blade” y “mallet” es la cabeza del bastón, la cual es más grande en el segundo y puede ayudar al jugador a alinear su tiro y su peso.
Y vaya que sí funcionó… El fin de semana pasado ganó el Arnold Palmer Invitational y éste, repitió al coronarse el Players Championship.
¡Qué grande Scottie! No es casualidad que Wyndham Clark y Rory McIlroy, competidores directos en el PGA Tour, coinciden que ésto pone a Scheffler en otro nivel respecto a ellos. Lo mismo deberíamos hacer nosotros con nuestras debilidades, buscar constantemente un crecimiento y desarrollo.
Para comenzar a trabajar en nuestras áreas de oportunidad se requiere humildad y valentía; todo un reto para muchos. Es reconocer que no somos perfectos y que siempre hay áreas para mejorar. Aceptarlas como parte de nuestra identidad; es allí donde comienza el verdadero crecimiento. Son pocos los que tienen estas agallas.
Nos centramos en resaltar nuestras fortalezas y habilidades, buscamos nuestra zona de confort. Ésto nos puede llevar a la arrogancia, lo cual puede deteriorar nuestras relaciones y liderazgo. El famoso “ego”, ¿te suena?
Trabajar en nuestras debilidades nos permite crecer y ser más competitivos. ¡No es de un día a otro! Hay que dedicarle tiempo y esfuerzo, poco a poco se irán viendo los resultados. ¡No te desesperes! A la larga, los beneficios para nuestra vida personal y para la organización serán significativos, nos permitirán llegar a nuestro máximo potencial.
Por último, el deseo constante de aprender y crecer es un compromiso de uno mismo para buscar nuestra mejor versión. Aprovecha, las personas de tu alrededor suelen contagiarse y te conviertes en una fuente de inspiración.
Scottie Scheffler mejoró su “putt” y conquistó estos últimos torneos de la PGA, demostrando que convertir nuestras debilidades en oportunidades, desbloquea nuestro potencial. ¿Conoces cuáles son tus áreas de oportunidad? ¿Qué esperas para trabajar en ellas? ¿O tu “ego” te dice que estás OK?