¿Conoces la historia de Wally Pipp y Lou Gehrig? Quizá no porque es de mediados de 1920…
Wally Pipp era primera base de los Yanquis de Nueva York: un veterano de 10 años con el equipo y titular indiscutible. De hecho, fue el primer jugador de los Yanquis en ganar un título de homeruns en una temporada (1916) y lo repitió en 1917.
Un día de juego, se reportó con un dolor de cabeza, y prefirió descansar. En su lugar jugaría un jugador suplente con dos años ya en el equipo. Pero no contaba con que ese juego del suplente sería el primer partido de una racha de 2,130 juegos consecutivos. Sí, ¡el suplente ya no soltaría la titularidad de la primera base de los Yanquis por 14 años! Ese era Lou Gehrig "El Caballo de Hierro", que en su carrera ganaría 6 series mundiales, 2 veces jugador más valioso de la liga.
De Wally Pipp, se aprende que en un mundo empresarial competitivo no se puede aflojar el paso. Nadie puede sentir o pensar que una posición de liderazgo será suya aún y cuando piense que puede descansar o relajarse solo un poco. ¡No bajes la guardia! Siempre busca la mejora continua. Recuerda, mientras el tiempo pasa, las expectativas del cliente aumentan.
Del ”Caballo de Hierro”, aprovecha las oportunidades que se te presentan; nunca sabes si vas a tener otras. Tras sus 2 años en la banca, su muestra de resiliencia y de determinación son sobresalientes. Recordemos que el éxito a menudo se logra a través de la perseverancia y el trabajo duro.
Se requiere perseverancia, mejora continua y ser oportuno en la carrera de nuestras vidas. No importa el pasado, siempre debemos estar dispuestos a querer “jugar” el partido como si fuera nuestro último. ¿Así vives tu vida?
P.D. Gracias George O por la recomendación!