Una semana de descanso para mí, pero no para el mundo deportivo: el Basketball Colegial con el March Madness, el Tenis en el Miami Open, la Fórmula 1 con el GP de Australia... Sin embargo, una nota que pasó desapercibida por muchos fue el fracaso en el cierre de la venta del equipo de basketball profesional de la NBA, los Timberwolves de Minnesota. Te cuento:
El pasado jueves, el dueño del equipo Glen Taylor anunció que ya no estará vendiendo esta franquicia de la NBA a Alex Rodriguez y a Marc Lore.
En el 2021, Alex y Marc acordaron comprar al equipo por un monto de $1.5 billones de dólares con la siguiente estructura:
#1: Adquirir el 20% (Completado en 2021)
#2: Adquirir otro 20% (Completado en 2023)
#3: Adquirir otro 40% para tomar control… La fecha límite para esto era el pasado miércoles 27 de marzo.
#4: Adquirir el restante 20% para llegar al 100%.
Al día siguiente de la fecha límite para la opción #3, Taylor mencionó que los compradores no contaban con el capital suficiente, terminando el acuerdo establecido.
Como nota importante, en el 2023, Michael Jordan vendió a los Hornets Charlotte, otra franquicia de la NBA, por el doble que Taylor acordó la venta del equipo de los Timberwolves.
En 2021, Minnesota era de los peores equipos de la liga; hoy están en los primeros lugares de la clasificación, con una escuadra prometedora liderada por Anthony Edwards.
No es la primera vez que lo hace, en 2016 y en 2020 se arrepintió de vender el equipo en el “último minuto”.
Por el otro lado, Alex y Marc difieren, ya que cuentan con el capital de Dyal Capital Partners, y dicen que Taylor se arrepintió de la venta acordada.
¿A quién le creemos? A mi parecer, a Glen Taylor le dio "frío" en el momento del paso final; como dicen por allí, "le tembló a la hora buena". Similarmente, puede pasar en las organizaciones al honrar contratos y acuerdos comerciales.
Primero, el vendedor debe hacer el "due diligence" debido y una evaluación exhaustiva antes de cerrar un acuerdo de esta magnitud. Es importante tomar en cuenta las condiciones del mercado y las tendencias antes de fijar el precio de venta. ¡No vayas a dejar dinero en la mesa! Seguro el comprador ya hizo la chamba.
Segundo, la integridad y la honestidad en temas comerciales son vitales. Uno busca hacer deals con personas que buscan ganar-ganar y cumplen cabalmente los acuerdos. La fama que uno construye ayuda o perjudica. Bien dicen por allí, "no es gripa" cuando una persona que se ha equivocado múltiples veces, se vuelve a equivocar y es propenso a caer otra vez. ¿De qué sirve dedicarle tiempo y dinero a abogados para tener un contrato si lo vas a romper? Tu historial cuenta.
Tercero, tener un canal de comunicación abierta y alineación de intereses entre las negociaciones ayuda a que fluya el acuerdo. Es probable que sucedan cambios en el camino; al hablar con anticipación se pueden explorar alternativas o incluso echarse para atrás correctamente. ¿Qué necesidad de acabar mal?
Cuarto, es importante considerar las implicaciones a largo plazo. Este tema seguro será llevado a los tribunales; independientemente de quién gane entre las partes, el que las paga son los fans. Me recuerda a mi estado, Nuevo León. En los últimos años, los servidores públicos se han peleado por "grillas políticas" olvidándose del pueblo. No nos olvidemos, que al pueblo y a los clientes nos debemos.
En fin, el futuro de la propiedad de los dueños de los Minnesota Timberwolves está en veremos; dejándonos múltiples aprendizajes. ¿Tú te consideras una persona cabal? ¿En tu organización suelen honrar los acuerdos? Recuerda, tu reputación no tiene precio y las implicaciones pueden salir muy caras.