El pasado fin de semana, el fútbol mundial recibió la desafortunada noticia sobre el fallecimiento de Diogo Jota, mediocampista ofensivo del Liverpool FC y de la selección portuguesa, en un accidente automovilístico.
Hubo diferentes muestras de solidaridad y luto alrededor del mundo, pero uno en particular robó mi atención:
Los Reds, como se le conoce al Liverpool FC, al enterarse de la noticia rescindieron automáticamente su contrato, desconcertando inicialmente a su esposa Ruth y a sus familiares.
Pero no fue una salida fría. Con este movimiento, la escuadra inglesa buscó proteger a la familia de Jota.
Al activar voluntariamente la cláusula de rescisión, el club se comprometió a pagar el monto restante del contrato, 15.6 millones de USD, en cuotas durante los próximos años, garantizando así el futuro de Ruth y sus tres hijos… inclusive se responsabilizarán de las escuelas / educación de ellos.
Generalmente, hay una regla no escrita en el fútbol que dice: “En caso de fallecer algún jugador, su contrato se cancela automáticamente sin obligación de pago.”
Este gesto del campeón de Inglaterra trasciende lo deportivo. No solo se trata de un acto de humanidad, sino de una manifestación clara de su cultura organizacional.
En el papel, muchas organizaciones promueven valores como “familia”, “solidaridad” o “honestidad”. Pero es en las crisis donde realmente se ve si esas palabras se viven o solo se declaran. Liverpool pudo simplemente apegarse a las reglas. En cambio, eligió el camino correcto, no el más barato. Eligió honrar la memoria de uno de los suyos, cuidando a quienes él más amaba. Recuerda, "la coherencia entre lo que dices y lo que haces es la voz más fuerte de una cultura."
En un mundo hipercompetitivo como la Premier League —la liga más intensa y codiciada del planeta— ganar campeonatos no es suficiente. También hay que atraer y retener talento. Y para eso, necesitas algo más que dinero: necesitas propósito, humanidad y coherencia. ¿Quién no querría pertenecer a una organización donde saben que cuidarán de ti y de tu familia, incluso en los momentos más duros? Dicen por allí: “El trato que das a tu gente cuando nadie te obliga, define tu legado.” ¡Los “Reds” son todo un legado!
Desde los años 60s, los Reds adoptaron la canción “You'll Never Walk Alone” como su himno. En esta ocasión, no solo la cantaron: la vivieron.
Walk on, through the wind... Walk on, through the rain... With hope in your heart… And you'll never walk alone.
Ese es el tipo de mensaje que convoca talento, crea lealtad, y construye comunidad. No solo entre jugadores, sino también en quienes los admiran.
En tiempos donde muchos hablan de propósito y valores como si fueran slogans y decoraciones de oficina, historias como esta nos invitan a reflexionar: ¿Tú cómo vives tu cultura? ¿Tus valores se reflejan en tus hechos? ¿O solo en tu discurso?